jueves, 30 de abril de 2009
PSA: estado de la cuestión
lunes, 27 de abril de 2009
Buenas perspectivas
Después, en la cena, hablamos de mil cosas relacionadas con la situación actual de la medicina de familia. Salieron temas recurrentes y sobre todo uno actualmente de moda: parece que nadie con buen número en el MIR elige medicina de familia. Alguien cuenta una anécdota relacionada con esto. En algún sitio alguien había cogido una plaza con un 1500 y todo el mundo se preguntó si es que a ese chic@ le pasaba algo, si es que tendría alguna rareza o es que le faltaba información. Sobre esto hay un gran debate en los blogs, generalmente en términos catastrofistas o victimistas, como puede verse, por ejemplo, en http://gofiococido.blogspot.com/2009/04/no-hay-mas-ciego-que-el-que-no-quiere.html
Parece que hemos encontrado otro látigo para flagelarnos, por si no teníamos bastantes. Hace años fue la diferencia entre los que habían hecho y los que no, la residencia ("los pata negra" y "los otros"); ahora los que sacan el MIR en los tiempos en que puede sacarse con pocas preguntas y los de antes, los de los "buenos tiempos". El hecho es que siempre parece haber motivos, dentro de nuestro colectivo, para establecer clases, para hablar mal de nosotros mismos desde relatos que, en mi opinion, sobre todo denotan un cierto complejo de inferioridad que no terminamos de quitarnos. No observo eso en otras especialidades donde pueden encontrarse abundantes deficiencias si les aplicamos la misma lupa y sobre todo si las comparamos con sus condiciones reales de trabajo mucho mejores que las nuestras.
Porque ese es el tema. Tenemos que centrarnos de una vez en nuestro círculo de influencia. Cimentar una autoestima sólida, creer en la eficacia de lo que hacemos, desarrollar un discurso teórico mínimamente sólido como especialidad y sobre todo reivindicar unas condiciones de trabajo adecuadas para desarrollarnos. Porque siempre estamos con el pie cambiado. Cualquier especialidad hospitalaria tiene en consulta 30 o 45 minutos por paciente nuevo y al menos 20 por revisión y ningún problema para pedir todo tipo de pruebas. Nosotros no pedimos tanto. Nos conformaríamos con 30 pacientes por consulta (aunque el Taylor recomienda 25) y y una mejor coordinación con el hospital lo que podría incluir una historia informática común (¿alguien se explica porqué esto no es así?) o que al menos nos remitan informes de los pacientes vistos en consulta y algunas cosas más (como pedir las pruebas complementarias que juzguemos necesarias).
Debatimos si, como sociedades científicas, tenemos que hacer reivindicaciones o mantenernos al margen, en un terreno puramente científico. Mi opinión fue que sí (otros compañeros pueden opinar de las suyas), ya que la calidad de nuestro trabajo depende de las condiciones en que las que lo realizamos. Es importante que proyectemos a la sociedad qué puede aportar a su salud un médico de familia si nos permiten trabajar bien. Ha llegado el momento de dejarnos de debates envenenados que solo nos debilitan y de dedicarnos a cuestiones más eficaces, como esmerarnos en formar bien a nuestros residentes, hayan sacado el número que hayan sacado en el MIR (y en esto se puede mejorar mucho); hacer una estrategia de reivindicaciones para mejorar nuestro trabajo, realista y bien diseñada; reivindicar que se valore el mérito y la capacidad y que alguien pueda progresar si se esfuerza y trabaja bien (cosa que no ocurre en estos momentos).
Y modular nuestro discurso para dejar de hablar mal de nosotros mismos. El problema de nuestra especialidad son las condiciones de trabajo en algunos puntos (quizá en demasiados) del sistema y las expectativas sociales que son producto de eso, entre otras cosas. Por lo demás es una especialidad apasionante y necesaria, cada vez más necesaria a medida que la medicina hospitalaria se fragmenta y se deshumaniza. En nuestro colectivo puede haber gente "manifiestamente mejorable", pero también gente sumamente competente y con eso que se llama vocación. Médicos auténticos reconocidos por sus pacientes. Trabajo con algunos de ellos cada día. Son buenos clínicos; interpretan pruebas complejas y hacen eco´s (aunque les pongan "pegas"; saben asesorar con profesionalidad; discriminan y priorizan los problemas con tino; acuden a domicilios y hacen guardias con gusto (aunque despotriquen a veces de lo que ocurre en ellas); se compromenten con los pacientes y trabajan en los lugares más perdidos de pais; leen algo más que medicina y tienen un magnífico sentido del humor. Por eso me mosqueo cuando hay gente que nos denigra por cuestiones anecdóticas aunque sean ciertas. Porque solo son parcialmente ciertas y porque de muchas no somos los únicos responsables. Un respeto.
sábado, 18 de abril de 2009
¿PILDORA DE EMERGENCIA, PILDORA DEL MINUTO DESPUES?
José Manuel Morales Cano. Miembro del Comité Organizador.
miércoles, 15 de abril de 2009
Las "no-enfermedades"
sábado, 11 de abril de 2009
¿ATENCION CONTINUADA O URGENCIAS?
La Atención Continuada surgió como una necesidad inherente a todas las partes que componen la estructura sanitaria. Pero ahora, cuando va a cumplir su mayoría de edad, ha quedado en un inmenso “coitus interruptus” de dimensiones no cuantificables.
Atención continuada hoy es identificada con “urgencias”, y urgencias es para el médico de familia el enemigo público número uno. El concepto atención continuada nace en un intento de mejorar la asistencia sanitaria de la población, acercando los recursos sanitarios a ella, a la vez que se mejoraba la accesibilidad al sistema, adecuando las bandas horarias de asistencia “normal” a una sociedad que cada día le cuesta más diferenciar la noche del día, lo banal de lo grave, la normalidad de la alteración, pero que es, al fin y al cabo, el hilo conductor de las tendencias sanitarias. Todo ello al margen de si la demanda sanitaria pudiera identificarse con el concepto urgente o no urgente, debido principalmente a la subjetividad del mismo y al interés de las partes.
Se intentaba que población y profesionales tuvieran un punto de encuentro distinto al enfrentamiento permanente que suscitan las urgencias hospitalarias, siempre atascadas y demonizadas. La buena intención de los políticos chocará, con el tiempo, con los propios profesionales que, poco a poco, observan, como siempre, que los problemas quieren solucionarse a su costa sin obtener ninguna recompensa a cambio. De la buena intención supuesta de los políticos podrían obtenerse otros beneficios paralelos: mejorarse las urgencias hospitalarias, aprovechando la excelente formación de los médicos de familia, que supuestamente, error clásico, derivarán menos pacientes al sistema hospitalario, y podrán así atenderse con mayor calidad las “verdaderas urgencias”.
Se asimilaba en exceso atención continuada con medicina de familia, motivo por el que ahora pagamos el reproche que nos hacen desde muchos flancos ( incluidos hospitalarios ) y críticos serios desde el seno mismo de nuestra especialidad, de haber traicionado y desatendido nuestra propia filosofía en pro únicamente de nuestro privilegiado bienestar. ¿Dónde está la atención continuada en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona y en prácticamente todos los medios urbanos del país?. Sólo algunos EAP en medios rurales podrían de verdad atribuirse la definición de realizar atención continuada.
¿Quién puede poner en duda a estas alturas, que la única forma de mantenerse bien entrenado para el manejo de las situaciones urgentes es la práctica periódica y la formación continuada?. Al menos el 30% de las consultas diarias de medicina general están relacionadas con situaciones de respuesta inmediata y, si no graves, sí nos obligan a realizar un diagnóstico diferencial rápido despistando situaciones potencialmente urgentes ( se sabe que entre el 20-40% de la cardiopatía isquémica aguda había consultado por este problema a su médico de cabecera antes o incluso en el momento de estar aconteciendo el evento coronario). Como tampoco nadie puede cuestionar que el profesional más rentable ( entendemos por rentabilidad el producto resultante de su actuación en cuanto a orientación, derivación razonable y prevención de posibles desviaciones) en el ejercicio de la atención continuada es el propio médico de familia, quién conoce al individuo y al sistema en su conjunto y participa íntimamente con él, decide y puede corregir las contínuas perversiones del mismo en función de la evolución de los pacientes y en fin, forma eje fundamental del propio conjunto.
La renuncia a la atención urgente ( o fuera del horario habitual) es el signo inequívoco de enfermedad en nuestra especialidad. El conocimiento razonable de las situaciones de urgencia de la población, en general, va intrínsecamente ligado al desarrollo completo del ejercicio de la medicina de familia. De otra manera (tal y como está ocurriendo) estamos presenciando el inicio del fin de una vocación, de una razón de vida, y quedará poco a poco relegada al profesional pulcro y limpio con una sola herramienta de trabajo, el bolígrafo, en detrimento de la espontaneidad de “arremangarse”, de lavarse las manos en la palangana del domicilio, huyendo del contacto, del cuerpo a cuerpo con los enfermos y sus familiares, en definitiva predicaremos teoría sin práctica, comunicación interhumana pero nunca estaremos con ellos en los momentos de su sufrimiento, cuando más nos necesitan.
En general, todos los médicos de atención primaria reconocemos que la medicina de urgencias es atractiva y estimulante si no fuera por sus malditos horarios, su escasa remuneración y sus implicaciones legales como problemas fundamentales, aunque no únicos. La mejora de los horarios y los sueldos harían más soportable la asunción de una labor arriesgada dónde se toman decisiones trascendentes para la vida de los pacientes y que deberán estar guiadas por la profesionalidad y la responsabilidad ( con todas sus implicaciones legales correlacionadas).
Espero que algunos de estos aspectos sean debatidos en nuestro Congreso.
José Manuel Morales.
Miembro del Comité Organizador.
viernes, 10 de abril de 2009
ECOGRAFIA EN URGENCIAS DE ATENCION PRIMARIA. ¿HASTA DÓNDE LLEGAR?
1.-El intento concienzudo del estudio y la formación en dicha materia.
2.-Saber encajar la información que nos aporta (tanto para la confirmación como para el despistaje) en el puzle clínico sin perder el horizonte del enfermo como un todo.
3.-Manejar con sentido común la información obtenida, controlando la incertidumbre que nos genera, evitando derivaciones no necesarias (o hipertrofiando las que sí lo fueran), siempre y cuando estén orientadas al beneficio de los pacientes.
El ponente de la mesa “Ecografía urgente en Atención Primaria”, Ricardo Campo Linares, es un enamorado de este medio diagnóstico. Su juventud es tan insultante como su entusiasmo y conocimiento en la ecografía aplicada a los procesos urgentes. En pocos años ha conseguido ser alumno aventajado y maestro a la vez, arrastrando con su ímpetu a otros médicos de familia jóvenes a utilizar la ecografía explorando cada día sus fronteras más lejanas y desconocidas. Creo que esta mesa va a dar mucho juego, va a animar a aquéllos que aún tienen dudas sobre su utilidad a saltar al vacío de iniciarse en ella y, a los que ya la utilizan, a verificar su difusión y extensión inevitable. Todo ello, además, será complementado con un Taller sobre "Ecografía de cuello", exploración fácil y rica en aportaciones clínicas, que vendrá de la mano de ponentes expertos del Grupo de Ecografía en Atención Primaria de Ciudad Real.
José Manuel Morales. Comité Organizador.
Comenzamos
Organizar un congreso mientras se trabaja, se hacen guardias y se tiene una familia no es tarea fácil. Hay muchas reuniones por la tarde, listas de cosas que hay que hacer, de gente a la que llamar, de gente que te llama…Por eso a veces hay expectativas que no se cumplen del todo. La idea era haber comenzado este blog hace meses, haber contado el día a día de la organización y sobre todo el proceso por el cual habíamos decidido incluir en el programa un determinado tema o habíamos excluido otros. Queríamos interaccionar con vosotros, los que vais a venir al congreso (¡intentad venir!) , recoger ideas, contrastar las nuestras. Pero el hecho es que el tiempo ha pasado volando y no hemos escrito todavia ni una línea en este blog, salvo la salutación oficial.
Sin embargo vamos a tratar de aprovechar el mes que queda hasta que vengáis a C.Real. Os vamos a contar quien son los ponentes y algunas de las incertidumbres que nos han llevado a elegir los temas que trata el congreso. Tambien alguna bibliografía que quizá convenga traer leída para debatir en serio, para que el turno de palabra de los asistentes no sea un tiempo anecdótico o prescindible y sobre todo para que la conversación se prolongue en los corrillos del café donde también estarán los ponentes.
Queremos que éste sea también un congreso informativo hacia la población y hacia los compañeros de otras especialidades. La pregunta que deberíamos ser capaces de responder podría ser ésta: ¿porqué podría ser preferible acudir primero a un médico de familia ante un determinado síntoma?. Es decir ¿qué valor añadido aportamos como especialidad respecto a otras?. El reto es importante porque la respuesta si es positiva define el núcleo de autoestima desde el que nos podemos proyectar a la sociedad y desde el que podemos llenar de contenido y conocimiento nuestro espacio como especialidad.
Queremos que éste sea un congreso reivindicativo. Muchos de nosotros pensamos que la atención primaria precisa de un cambio que ni siquiera está teorizado. Mucho de lo que se lee son refritos o palabras vacías. Los gestores hace años que ni siquiera se esfuerzan en fundamentar teóricamente nada. Todo el mundo nos da lecciones, nos pone o nos quita cosas. Y sobre todo nuestra situación en el sistema sanitario nos expone a una continua vulnerabilidad que siempre nos hace ir a contrapie, con mucha dificultad para hacer bien nuestro trabajo (que también puede realizarse con excelencia). Es decir siempre nos falta tiempo u otros medios o falta sintonía con las expectativas sociales y muy pocas veces tenemos algún control sobre nuestra demanda. La falta de médicos ha agravado aún más todo esto, a veces hasta un límite difícilmente sostenible. Quizá por eso tenemos que mostrar nuestra fuerza y muy probablemente comenzar a decir no a algunas cosas. Con racionalidad pero con firmeza.
Así que estáis invitados a intervenir en este blog desde ahora mismo. Por ejemplo nos podéis ir dándonos ideas en estos temas que pueden definir la política de comunicación del congreso:
-¿Qué ideas fuerza habría que trasmitir, aprovechando el congreso, a la población?
-¿Qué cuestiones concretas tenemos que reivindicar como especialidad?. ¿A que tenemos que decir que no?
RGC